Algo que me gusta de esa tradición de celebrar el “Año Nuevo” son esas características de tener una sensación de en efecto darle fin a un “ciclo”. (Aunque en un sentido técnico lo sea). Muchos lo toman como algo sensacional, así como para ponerse metas y cambiar hábitos. Otros lo toman como un relevo. Y la mayoría de la población como un período con el cual miden ciertas características tradicionales (edad, repetición de fiestas como navidad, vacaciones, etc.). En fin. Creo que necesitamos esos ciclos de tiempo, necesitamos saber cómo va avanzando esa manecilla a travéz de las experiencias y poder ver para atrás y sentir que algo ha sucedido. Y a travéz de eso poder trazar metas que abracen cada uno de esos ciclos o entre-ciclos. En fin, feliz año nuevo creo que es mi punto. Los hábitos se pueden cambiar y aunque esto suene motivacional (talvez no), pues las metas ayudan a cambiarlos. Porque a la hora de tener un ideal la cosa avanza con un propósito (vean la primera película de Batman).